MY LIFE

Un día de invierno sombrío y lluvioso, en casa de mi abuelita se me escucho por primera vez cuando Doña Carmen, la matrona de la familia y mil mas, me agarro de las piernitas y me pego los dos primeros azotes que me llenaron de aire y vida. Es curioso que nada mas nacer ya recibas golpes y como replica dejes caer lágrimas saladitas y un grito de desconsuelo..

Tengo el orgullo de ser Murciano de pura cepa, de mi tierra solo diré que sus olores, sus sabores y colores son el pincel del mismo Dios, un capricho con aroma de azahar y reino de soñadores, cuna de reyes y camino de trotamundos, hoy por hoy, tenemos mas hermanos fuera que en la misma Murcia.
Mi primer recuerdo fue a los 4 añitos, un día de Reyes Magos cuando mi primo José Antonio que rompió mi futbolin en la tienda de mi abuelita Carmita, aun no se por qué esa imagen la guardo en mi mente, quizás fue mi primera lección ante la vida... "todo lo que mas desees y ames, tiende a romperse o te lo rompen".

Mi abuelita Carmita fue una gran mujer, hija de comerciantes, nunca llego a trabajar en la vida!! De su sustento y necesidad se ocupo Don Antonio, mi abuelo que con 16 años llego desde un pueblito, Santomera, a trabajar en una droguería y cada jornada hacia 10 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta a pie, para poder llevar sustento a sus hermanos... pero eso.. es otra historia.
Retomando mi vida, diré que soy el tercero de cinco hermanos y por ser el primer varón mimado y consentido hasta que llego mi hermanita, que quitandome trono y lugar en cama de mis padres, me mando a dormir con mi tío Francisco, un tipo genial y hoy por hoy diré que es la persona mas inteligente que conozco.

Los años se sucedieron entre corrales de conejos, viajes al pueblo con los abuelos y largas caminatas por la playa detrás de alguna caracola que sumar a mi colección. Los veranos fueron maravillosos, los inviernos en la candidez del hogar eran puro amor del bueno y mi padre, muy discreto siempre, buscaba el momento justo para comerse a besos a mi madre, que entre risas le hacia un guiño y le mandaba un beso volador.

Mi madre es y sera siempre la piedra angular de mi familia, la union de cada uno de nosotros, siempre cariñosa y con un beso que dar siempre. Su trabajo fue criarnos y darnos la fé. Recuerdo con añoranza las tardes de domingo bajo la mesa de camilla y esos tazones de chocolate, el olor de su piel, sus manos, sus ojitos llenos de vida y los abrazos tiernos a cada nuevo despertar. Mi madre la hacedora de mi vida, me enseño a no tenerle miedo a nada, a asumir responsabilidades, a respetar a mis hermanas que como mujeres son el bien mas preciado, lo unico que me decia es... "nunca des un paso hacia atras ni para tomar impulso cariño, pues lo unico que puedes perder es la vida. La amo con locura.

Mi padre fue mi héroe y lo es hoy en día, se que Dios lo reclamo por su dedicación y constancia, por sus recursos cuando no teniamos nada, por su bondad y saber crear magia ante la abversidad. Trabajo de albañil con su padre y ya con 9 añitos yo arrimaba el capazo para ayudar, aunque le me decía... "Nene, esto no es para ti, le echas ganas pero me haces hacer el trabajo dos veces" Yo solo queria que no trabajara tanto, tenia las rodillas rotas y encallecidas de poner baldosas, así que cuando lo escuchaba poner el café de un salto estaba yo listo y vestido a la puerta de la casa.

Un día papa se accidento, recuerdo como si fuera hoy, cuando Juanito, un peón de albañil y el brochas ( no recuerdo con pesar su nombre) lo llevaron a casa, tenia los dos tobillos rotos y una mueca de dolor traspasaba su cara, sufrió mas por no poder traer el pan, que por sus piernas y en ese momento empezó un calvario y una muestra de amor de Dios hacia la familia López Candel.

Mi hermana Inma dejo de estudiar y se coloco en una tienda de ropas, tengo que decir de ella es divina, pura raza y con un tesón al trabajo sin limites. Mi hermana Geles se fue a ayudar a mis abuelos y como paga le daban algunas monedas que celosamente traía a casa. Mi hermano Antonio tenia 6 años y yo 10, así que no podíamos mas que ir de tienda en tienda recogiendo cartones, amotonandolos y haciendo pis los dos, en los del centro, para que pesaran mas, y así sacar unas pesetas que mi madre sabiamente ocupaba para darnos de comer. Creo que soy la persona que mas patatas comió del mundoooo, muy ricas por cierto. Mi hermana Mari, la recuerdo siempre delicadita y encantadora, ayudando a mi madre en sus tareas mientras salíamos cada mañana, sin miedos y a buscar el pan y la sal.

Así pasamos unos años y gracias a Dios, con mis 14 yo seguía estudiando y a los 18 ya tenia mi titulo de mercantil y administración de empresas, la verdad que recuerdo esa época con amor, con cariño y siempre guardare para mi la imagen de mi padre sacando del bolsillo una servilleta de bar, dentro unas almendras y como él las ponía en la mesa de la cocina para que tomáramos una cada uno.

Como no quiero ser extenso...... CONTINUARA....