"A orillas del río piedra me senté y llore. Los recuerdos de aquella noche son confusos y vagos. Sólo sé que estuve cerca de la muerte, pero no recuerdo cómo es su rostro, ni adónde me llevaba."
Es curioso, que fácil puede resultar sufrir por una causa o por amor, un objetivo o cualquier misión encomendada al alma. Tengo el convencimiento que tal sensación engrandece el espíritu.
Lloramos las ausencias en estos veranos salpicados ya de otoño, que arrastra hojas viejas a nuestro corazón, dejando escarchadas las palabras y montes de hielo en nuestra alma desnuda y rota.
Si... Lloramos como única forma de limpiar los arañazos en nuestro cuerpo mordido por el tiempo, como la única forma de tranquilizar nuestros labios agrietados y fríos, que tan solo pueden revivir cuando rozan otros labios en el húmedo oasis de un beso.
Una religión, una vocacion: La de que nos amemos hasta destrozar nuestras entrañas cuando el mundo quiere vencernos, nos quiere separar y nos pone distancias imposibles, insalvables...
dicen que el llanto nos limpia lo ojo de dentro pa fuera,y tambien nos limpia el alma,, besitos osito
ResponderEliminarEl llanto en si, aunque suene o se lea extraño, es hermoso. Nos tranquiliza, nos calma y sosiega. Lloramos de amor, de risa, de dolor, de añoranza, de rabia o de pena. Lloramos al nacer para anunciar nuestra llegada al mundo y ese mismo llanto, es una alegria para la madre.
ResponderEliminarOsita, siempre un placer leerte en mi mundo, saludos a tu osazo y mimalo, que tu sabes q te adora. besos.