Para que el deseo exista
es necesario (imprescindible?)
que aquello que lo alimenta
se muestre inalcanzable.
Lo siento, no puedo -escribiste
Lo lamento, no debo -insinuaste
No insistas -repetiste
No...
No...
Mis ojos, se cierran y te ven....
Mis labios, se secan y beben tus besos...
Mi piel, se enfría, esperando la tuya...
Mi piel, se enfría, esperando la tuya...
Y mi deseo se acumula....
y se desborda a borbotones entre mis solitarios dedos.
Te deseo, aunque algunas veces te siento que ya no eres mía....
11 besos
No hay comentarios:
Publicar un comentario