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lunes, 18 de abril de 2011

Real, ilustre y muy noble cofradía del santisimo Cristo del Perdon



Padre Nuestro del Perdon, que estas en los cielos magenta y el Lunes Santo en la huerta, el azahar aletea y se asoma curioso a tus pies, Señor

Que tú eres Cristo huertano, Cristo de gentes obreras, Cristo de un barrio castizo que, al llegar la primavera, olor a cirios y cera acompañan tu Pasión.

¡¡¡Dejame que vea tu salida!!! dejame acercarme a la cuesta, que los tambores zarandeen mi corazón. Porque no existe en el mundo honor que en nazarenía se iguale: presenciar al gran Perdón, rosal trepador de espinas, carita de magdalena, San Juan que muere de pena y la Virgen, un primor.

Así que dejame quieto, que si mañana muriese, a la misma gloria me llevaria este amor.

Padre Nuestro que estas en los cielos magenta, santificado sea en tu nombre y tus pasos, que en la parroquia de San Antolin hacen presente que Murcia sabe narrar tu Pasión.

El Getsemaní, el primer paso, y ya sospechas la agonia que luego, tras El Prendimiento, reclujiendo su tarima, anuncia por la calle traperia, que van a prender al Señor...

El septimo paso es la Veronica, sultana, cristiana y hebrea, la herencia que mi padre me dejo, y en la calle de la amargura cruzan sus miradas, Ella y el Cristo del Perdón.

Padre Nuestro del Perdon, venga a nosotros tú Reino, tu universo magenta de aromas a bergamota, a la menta y el café, al perfume de los rosales, a la esencia de los geranios que cuelgan como guirnaldas en la plaza de las flores.

Padre Nuestro del Perdon, hágase tú voluntad en la tierra y en el cielo, y en San Antolin primero, epicentro nazareno del Lunes Santo magenta.

Un bullicio de aplausos y lagrimas, un revoloteo de gorriones que asoman curiosos por las azoteas, los suspiros que empedran la carrera nazarena, algún estandarte nuevo y un año mas, el llanto hondo y sereno, el desconsuelo nazareno quebrado de algún Murciano.

Porque en Murcia también se llora la Semana Santa. Y se llora porque muchos recuerdan la brevedad de la vida y lo rapido que pasan estos dias, y la pena que atenaza el alma al recordar otros años, otras lagrimas en otros ojos que ya cubren la tierra (Te amo papa)

Padre Nuestro del Perdon, libranos del mal que supone no regresar otro año a encontrarte de nuevo, a vibrar otra vez con esta Murcia que, aunque permanece todo el año escondida, aunque apenas se contenga en las sacristias, regresa en Semana Santa, nazarena, huertana y victoriosa

Amen.



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