Vuelvo a ti, nómada de tus besos, errante de tu piel desnuda, a saturarme del remanso de tus ojos, a beber el elixir de tu boca, la ambrosía de tu sexo exaltado, a despejar mis manos de nostalgias, a llenarme de ti sin soledades...
En tu sofá...
Vuelves a mi... y vuelves con el alma entre las manos, a liberar la tuya rea entre las mías...
Y una vez se culmine la mutua reconquista, volveremos a amar con el alma...
A mi vuelves, peregrina de mis labios, a refugiarte en el oasis de mis ojos, a descarnar mi carne endurecida, a deja ir de tu cuerpo las nostalgias, a saciarte de mi sin soledades...
Volveremos cariño, y volvemos el uno al otro... Sin historia, para llegar a encontrarnos como la primera vez...
Mañana... Al atardecer... La luna sonreirá prendida del firmamento... Yo te estaré esperando a las 8 en punto.
Angel
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