HOY COCINO YO...

HOY COCINO YO...

Tengo ganas de cocinar, de preparar un rico postre cuando mis manos aun están impregnadas de tu esencia....

Tarta de queso.

Ingredientes: una tarrina de queso mascarpone, un tarrina de queso batido, tres huevos, dos cucharadas de Maicena, dos cucharadas de azúcar, un paquete de galletas María, mantequilla...
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Aun dormías en la cama cuando amanecí decidido a cocinar para ti. Mis labios aun sabían a tus besos y mis dedos aun guardaban el calor y el aroma de tu sexo...
Para la base de la tarta, desmigamos por completo las galletas y las mezclamos con la mantequilla que previamente habremos derretido ligeramente en el microondas para facilitar la mezcla...
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Me tuviste toda la noche ejerciendo el rol de macho dominante. Tu mirada se enturbia cuando pierdes el control sobre mi.... y tu sexo se abre y humedece cuando te sientes dominada...
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Quince minutos de horno para la base, mientras preparamos la cobertura.
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Durante la cena, en el restaurante, lucí tu ropa interior de encaje negro en el bolsillo de mi chaqueta... mis dedos se perdieron entre tus muslos durante la obra de teatro.... y en el taxi, oculta tras el asiento del conductor, comenzaste a masturbarte mientras distraía al taxista hablando de fútbol.....
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En un bol mezclamos el resto de los ingredientes procurando mezclarlos enérgicamente hasta conseguir una mezcla homogénea y  ligera. Si es necesario se puede añadir dos vasos de leche.
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Paraste el ascensor del Empire State para arrodillarte y hundir en tu garganta mi abultado sexo. Los espejos reflejaban mil veces tu lengua dibujando el contorno de mi glande mientras tus ojos me miraban lascivos....
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Ajustamos el horno a 180º, vertemos delicadamente el contenido del bol sobre la base de galleta y tapamos con un papel de aluminio los primeros 30 minutos.
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A la entrada de la habitación, no te dí opción, la cama se quedaba algo baja para mis pretensiones por lo que abrí el armario y te coloque sobre la ropa de tu cajonera. Me situé entre tus nalgas y las recorrí con mi lengua mientras mis dedos se mojaban entre tus otros labios....
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Después de unos minutos, destapamos para continuar con el horneado.
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Después de unos minutos,  empapaste mis dedos... una... dos veces.....
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Debemos comprobar el estado de cocción cada cierto tiempo introduciendo un pequeño objeto. Mientras salga húmedo, la tarta debe mantenerse en el horno.
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....para la tercera me situé bajo tus muslos y bebiendo de ti, fue mi dedo, húmedo de ti, el que se perdió entre tus nalgas...
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Debe girarse el molde un par de veces antes de su completo horneado para garantizar una cocción homogénea.
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Gemias sin control con mis caricias, y antes de que te derramaras de nuevo, te giré contra la cama, situé tus rodillas en el borde, y con las caderas en alto, me hundí de un solo empellon al fondo de tu sexo.... Y allí, en el fondo de tu ser.... quieto... quieto..... quieto.... muy quieto, mientras palpaba como iban desbocandose la contracciones de tu sexo en el inicio de un nuevo orgasmo...
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Cuando la superficie empiece a dorarse y al pinchar la masa, ya no esté húmeda, es el momento de sacar la tarta del horno. Dejar enfriar antes de desmoldar para comer.
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Regresé a tu lado.. suavemente, con mi dedo índice comencé a dibujar las lineas de tu cuerpo desde uno de tus pies.... el tobillo.... la rodilla... el muslo.... la cadera.... el ombligo... uno de tus pezones... luego el otro... Una sonrisa se dibujó en tus labios cuando mi dedo trazó tu sonrisa. Me mordiste el dedo con lujuria mientras tu mano buscaba bajo mi mandil de cocina...
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- Cuanto tarda en enfriarse la tarta de queso?
- lo suficiente para que termines lo que estabas empezando..
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y sonriendo, te acurrucaste entre mis piernas y comenzaste a hornear una nueva tarta

EL LOBO Y LA LUNA

husmeando el viento prosiguió su camino, caminar, caminando, sin rumbo y sorteando las gotas de roció de la mañana. que como cristales, arañaban su hocico...

-Prefiero morir luchando y feliz a vivir derrotado y aburrido. Prefiero encontrar una estrella en el fango a cuatro diamantes sobre un cristal. Prefiero que la estrella queme, sea fuego, a un tacto rezumante de frialdad. Prefiero lamer el duro suelo veinte veces para llegar una sola vez a lo más alto a escalar poco a poco, sin caer nunca pero sin llegar jamás a la cima. Prefiero que me duela a que me traspase, que me haga daño a que me ignore. Prefiero sentir. Prefiero una noche oscura y bella, misteriosa y hermosa, a un montón de días claros que no me digan nada. Prefiero una cadena a un bozal. Prefiero quedarme en la madriguera todo el día pensando en mi vida a levantarme para pensar en la de otros. Prefiero una loba a una perra. Porque la loba te ataca, es cruel, te ignora, se escapa, pero sabes que, a pesar de todo, no podría vivir sin ti. En cambio, la perra es tonta, no sabe nada, te obedece hasta el absurdo. Prefiero las mujeres lobas a las mujeres perro, por las mismas razones. Prefiero el mar a la montaña. La vida es una noche tumbado en la playa, mirando las estrellas sin verlas, soñando despierto, dejando que la arena se cuele entre los dedos de mis patas, embriagado de todo. Y la noche, siempre la noche. Nunca la luz del sol. La noche es mágica. Me hace vivir, no pensar. Me pone en movimiento. Rompe mis esquemas. Prefiero las noches frescas de verano, sentarme en el suelo, morder tu cuerpo y sentir tu vida. La mañana me sabe a dolor de cabeza. Me da sueño. Me quita las ganas de aullar. Me recuerda que soy mortal. Me recuerda que soy normal. La noche me hace único. Prefiero experimentar las cosas, aunque me hagan mal. Aunque me hiervan la sangre. Prefiero probarlo todo a morirme sin saber lo que me gusta. Y, más que nada, prefiero la vida que dan tus besos de caramelo y la suave caricia de su piel caliente...
Me encanta aullar y que me mires luna...