"Cuando llegues con Paco, no digas nada, entra, siéntate en el sofá con los ojos cerrados y espera..."
Mmm... estos mensajes a las 8.15 de la mañana son para pensárselos... Y que nervios! Lo desconocido se vuelve desazón y excitación
Entre y eche un vistazo al comedor, estores cerrados, sombras chinescas que disparan la imaginación y un solo desgarro de luz pintando la habitación, un rayito curioso que olvidaste tapar o mas bien, dejaste como una senda hacia ti.
Uff que difícil es cerrar los ojos, complicado. Más de una vez, me saque la ropa y espere...
En una esquina unos pies desnudos, una figura quieta destacaba sobre todo...
Es difícil mantener los parpados cerrados cuando el corazón galopa desbocado. Es cierto que cuando un sentido falta y presentimos alguien mas, los demás sentidos se disparan a tope... Mis oídos sintieron las pisadas, te presentí tras de mi, sintiendo tu respiración por mi cuerpo... Que hacías? Olfatearme? Revisarme?...
Sin sonidos ni palabras abrazaste mi cuello con fuerza y no pude abrir los ojos, con decisión me mandaste a la habitación cegado y atrapado lanzándome contra el armario y sintiendo tu ropa en mi rostro, rodeado de camisas, chaquetones y prendas que guardan tu aroma... imposible ver nada, imposible oír nada, imposible escapar de ti.
Sacaste mi boxer y, sentándote sobre mi, me empapaste de fragancias imposibles de recitar o contar, únicas y hermosas... Jadeos de fondo de armario...No me dejas moverme, me suelto y otro ataque... entro en ti de nuevo y de nuevo, salgo por completo. Cuanto voy a aguantar así...
Empapaste mis muslos y yo te inunde, te quise besar los labios, no se resistirme a las sensaciones de tu lengua, y tu, con el pelo alborotado, diciéndome:
Buenos días cariño...
